¡Hola! Soy Jesús Luque y esta es mi newsletter Working Smarter.
Aquí comparto ideas sobre gestión del conocimiento, producto o cualquier sistema que te ayude a trabajar de manera más inteligente.
Ser Product Manager es sinónimo de estar en el centro de todo tu equipo. Desde ventas y customer success hasta desarrollo y diseño.
Eso significa estar rodeado de perfiles muy diferentes, y por supuesto, tener que ganarte la confianza de todos ellos (y viceversa).
En ese sentido, hay una habilidad que intento trabajar día a día, y que para mí, es imprescindible para que alguien pueda tener mi confianza al 100%.
La habilidad del “yo me encargo”
Para mí, esta habilidad consiste en asumir la responsabilidad real sobre un tema, hacerlo tuyo y llevarlo hasta el final, sin que nadie tenga que recordártelo.
“Yo me encargo” no significa hacer muchas cosas, ni ser el que más tareas saca a la semana, ni (por supuesto) hacerlo todo tú solo.
Es hacer lo que importa y transmitir que tienes las cosas controladas. Es saber que si tú lo llevas, lo cerrarás bien y que no hace falta preocuparse más por ello.
Cómo aplico esta habilidad en mi día a día
Intento ser brutalmente selectivo con lo que digo sí
Tu tiempo es limitado, y siempre hay más cosas por hacer que horas disponibles. Si encima dices que sí a todo lo que te llega del equipo:
O no llegas a hacerlo.
O lo haces con tan poco foco que la calidad no llega al mínimo necesario.
Por eso intento ser muy selectivo antes de asumir nada. Para mí, eso empieza con hacer algunas preguntas clave:
¿Por qué esto es necesario?
¿Qué buscamos mejorar con esto?
¿Por qué crees que esta es la mejor forma de hacerlo?
Y algunas que me hago internamente como:
¿Soy realmente la mejor persona adecuada para encargarme de esto? (yo me encargo ≠ acaparar)
¿Tengo todo el contexto necesario?
¿Qué ocurre si esto no se hace?
¿Qué vas a tener que dejar de hacer si dices que sí a esto?
Este pequeño filtro ya descarta muchas propuestas impulsivas. Y si digo que sí, que sea de verdad y porque haya una razón de peso detrás.
Y es que esa es la clave, si te comprometes, que sea para darle cariño y dedicarle más tiempo del que dedicaría cualquier otra persona. Así es como se cierra bien. Y así es como el resto del equipo lo agradece.
Mucho cuidado con el sí diplomático, el bienquedismo y el “luego lo miro”. Cada vez que dices que sí y no cumples, pierdes un voto de confianza (por lo menos conmigo)
Intento comunicar lo que no es prioritario
Decir “yo me encargo” no significa hacerlo hoy, mañana o incluso esta semana. Pero sí implica solucionarlo en algún momento.
Es por eso que es muy importante gestionar las expectativas con tu equipo, y comunicar de manera clara.
Si algo no es prioritario esta semana, dilo con claridad, y establece un plazo aproximado.
Aunque a veces te puedes sentir mal diciendo tanto que no, es mil veces mejor decir “Esto no voy a poder hacerlo esta semana, lo dejo cerrado en dos semanas” que “Lo miro y lo hago” y que tres semanas después te lo tengan que recordar.
Intento llevar siempre un control de todo lo que he dicho que sí
Para mí es un red flag que digas que sí a una cosa, y que al cabo de tres semanas se te haya olvidado.
Esto tiene que ver mucho en cómo te organizas, pero si que intento tener un seguimiento de todas las tareas que tengo pendiente y a las cuales me he comprometido.
Además, también es muy importante levantar la mano si ocurre algo. Es posible que encuentres impedimentos o que necesites ayuda.
Comunicar y trasladar estas expectativas es imprescindible para que el resto del equipo tenga la sensación de que todo está controlado.
En definitiva, tenía ganas de compartir esta reflexión sobre el “yo me encargo”, porque últimamente se está perdiendo el valor de nuestra palabra, y creo que es una habilidad imprescindible tanto para el día a día en tu empresa, como para tu vida personal.
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Muy interesante 😃. Lo incluimos en el diario 📰 de Substack en español?
Otro por aquí que va tomando nota de los "sí, luego me lo miro", si ese luego no llega nunca ya vas perdiendo puntos en tu escala de profesional.
Saber organizarse y comunicarte son básicos, si eso no va bien yo ya asumo que lo más difícil tampoco vas a saber hacerlo